SEGUNDA PARTE DE KYUDO Y ZEN
En esta segunda parte se insiste en la misma cronología que se ha visto hasta aquí pero algo más extensa y descriptiva.
Los primeros pasos
En marzo de 1981, a instancias de un grupo de practicantes del Zen de Barcelona, entre los que se encontraba Jesús Tenko Senho Martínez Bueno, el maestro Taisen Deshimaru vino a hacer una sesshin (retiro) en Caldes de Montbui e inauguró, en el piso principal segunda del número 31-33 de la calle Montcada el primer dojo zen de Barcelona.
Los primeros pasos
El Dojo Zen de Barcelona, conocido como el dojo de la calle Montcada, se empezó a urdir en el año 1979 fruto del encuentro de un pequeño grupo de personas interesadas en la práctica del budismo zen y que conocían la enseñanza del Maestro Taisen Deshimaru. El gran introductor del Soto Zen en Europa. El contrato del n º 31-33 Pral 2ª de la calle Montcada se firmó por parte de mi padre el 1 de Junio de 1980. Mi hijo Pau tenía cinco años. Yo estaba allí y guardo un estrecho y largo tubo de ensayo de cristal como testigo. En el local había un antiguo laboratorio químico del político Heribert Barrera.
Iré dando algunos toques biográficos salteados, porque no entiendo una evolución por el camino, por la vía espiritual que no se entrelace con la materialidad, a veces cruda y grosera, de la vida. Otra cosa, sería habitar un monasterio en la nieve como en Ei-heiji, centro principal de la secta Budista Soto Zen. Una tentación que todos hemos tenido alguna vez.
Por ejemplo, se da la curiosa circunstancia que yo ya frecuentaba la misma finca antes de que allí se colocará el dojo, pues unos amigos artistas de la Escuela de arte Massana tenían un estudio en el piso de arriba, en el primero y en ese lugar entre risas y vino se hablaba de arte, ahí nacían nuevas relaciones y acababan otras. Así, me sucedió a mí. Ese lugar cambio mi vida de la noche a la mañana.
El aroma rancio del “Champanyet”, la antigua bodega que estaba frente al dojo, impregnó antes en mi memoria que cualquier barrita de incienso “go-san” japonés quemada en el incensario del dojo. Mis amigos, los del piso de arriba, la mayoría escépticos en materia de meditación, cuando alguien se equivocaba en el timbre y pedía por el dojo, ellos contestaban entre risas que no, que allí jodo. Eso sí, cuando sonaban las campanas de las ceremonias, el mokugyo, el gong o los cánticos de los sutras que subían por el patio común se guardaba un discreto silencio.
Lo mismo han vivido los numerosos practicantes de Sábado por la mañana que han lidiado, con resacas, gritos de dolor y de placer que se oian en el patio de luces,mientras intentaban dejar pasar sus propios pensamientos sin entretenerlos en la mente. (Hishiryo). Ya dijo en cierta ocasión el maestro Deshimaru que la prueba de la meditación, la pasó cuando embarcado en un destructor de la armada japonesa, tuvo que hacer zazen bajo los cañones.
En marzo de 1981, a instancias de un grupo de practicantes del Zen de Barcelona, entre los que se encontraba Jesús Tenko Senho Martínez Bueno, el maestro Taisen Deshimaru vino a hacer una sesshin (retiro) en Caldes de Montbui e inauguró, en el piso principal segunda del número 31-33 de la calle Montcada el primer dojo zen de Barcelona.
Mi padre tenía 58 años y yo 28, hacía diez que, ambos estábamos en la búsqueda de la luz que prometía el camino hacia oriente. Yo, llevado por la tendencia de mí época buscaba remedios al malestar, mezclados con todo tipo de experiencias místicas y él, un abogado con despacho en la Rambla de Catalunya, pero, también un permanente rastreador de la verdad, la buscó hasta su último suspiro. No descansó nunca.
Ambos, habíamos hecho juntos un viaje a Paris en 1971, buscando la iluminación de Gurú Maharaji , y algunos discos de Sonny Rollins, allí oímos hablar por primera vez de un monje japonés que acababa de llegar , su nombre estaba en boca de todos. Allí también nos hicimos Ciudadanos del Mundo en la Rue de la Cépède en el distrito 5º volvimos con carnet, acreditación y algún panfleto anarquista. Íbamos juntos a muchas partes, al vegetariano de la calle Canuda, teósofos, amigos de la India, allí conocí a Aurobindo y Krishnamurti, incluso estuvimos cerca de la fe Bahai en un pisito minúsculo escuchando la música de salterio. Yo tenía 19 años y no había matado al padre, más bien iba bajo su sombra.
Iba con él, pero a cierta distancia. A mí, me correspondía por generación indagar, verificar las lecturas que había hecho sobre Zen de la mano de D.T. Suzuki, Allan Watts y tantos otros. Él era un experimentado abogado ya entrado en años que buscaba la verdad, la buscó hasta el último segundo de vida.
Cuando miro las fotos de esa época, veo a tantos amigos míos, veo a Raimon Arola, Lluisa Vert, a Xavier Blanch, a Olga Palet, a Pere Secorun junto a mi padre y me pregunto cómo es que yo, siendo un buscador de la luz como ellos, no estaba allí. No asistí nunca a las seshines, ni a ningún tipo de actos. Pero, quería saber más del zen, aclarar las ideas que yo mismo me había metido en la cabeza y sin embargo, estaba allí, mirando a Taisen Deshimaru a lo lejos, escondido tras unas cortinas en la Fundación Miró, cruzándomelo en la calle Montcada y mirándole de reojo. La respuesta es fácil de imaginar. Mi relación con mi padre no era fácil, no podía serlo como obliga toda pugna entre generaciones. Nuestros respectivos egos y caracteres se acababan imponiendo.
Foto en la que aparecen algunos amigos nombrados. En una sesshin Étienne Zeisler.
En 1983, los seguidores de Deshimaru fundaron en este mismo lugar la Asociación Budista Nalanda y el Dojo Zen Barcelona. En 1992, las dos entidades se separaron, el Dojo Zen Barcelona con Pedro Taiho Secorún al frente se traslado a un piso cercano de la Plaza de San Agustin y más tarde a la actual sede se ha consolidado como una referencia fiable en la enseñanza del zen en Barcelona y el monje Jesús Tenko Senho Martínez Bueno siguió en el mismo local como presidente de la Asociación Budista Nalanda, una entidad cultural creada por él y dedicada al estudio del budismo y a la Meditación Zen. Es así como surge el Dojo Zen Nalanda, dedicado a la meditación zen y a la práctica de shodo (caligrafia), el chado (ceremonia del té) y el kyūdō (tiro con arco japonés). De ese mismo año guardo un plano minucioso con todo tipo de medidas del dojo hecho por dos compañeros, uno arquitecto y otro artista de la Escuela Massana, porque mi padre me solicitó que le diera algunas ideas de continuidad. Las escucho pero hizo lo que tenía que hacer que era escuchar la voz de su necesidad. Así lo hizo y empezó la construcción de una nueva etapa en el dojo ya dirigido totalmente por él, creando una nueva sangha pero en lamentación constante de cómo se había producido la ruptura. Una fijación que mantuvo siempre. Los agustinos eran un tema de conversación recurrente.
La Asociación Nalanda es miembro fundador de la Unión Budista Europea (EBU) desde el año 1984, organización de la que Jesús Tenko Senho Martínez fue uno de sus patrones. La EBU, creada en 1975, es una red de comunidades y organizaciones budistas europeas que acoge todas las corrientes y escuelas del budismo. Su principal objetivo es la promoción del budismo en Europa mediante el desarrollo de relaciones amistosas entre las organizaciones budistas europeas y el fomento de la cooperación entre materias de interés mutuo. El 1986 la Asociación Nalanda, organizó en Barcelona la XI Asamblea Internacional de la EBU.
También es preciso destacar que la Asociación participó el año 1992 en los servicios religiosos de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y en el 2004 intervino en el Parlamento de las Religiones en el marco del Fòrum Universal de les Cultures de Barcelona.
Grupo de asistentes con mi madre María Clarà Puiggermanal
(tercera empezando por la derecha)
Grupo de asistentes junto a mis padres Jesús Tenko Senho Martínez Bueno (primero a la derecha de la foto) y María Clarà Puiggermanal.(tercera a la derecha de la foto)
Kyudo y Zen
Con esta breve pincelada del origen, pretendo aclarar que el Kyudo que yo he conocido, está directamente relacionado con la meditación zen y con la vida. Durante esta primera etapa del Dojo se dieron los primeros pasos en diversas disciplinas que siempre estuvieron influidas por la filosofía del Zen: shodo, chado y Kyudo.
Por lo tanto es crucial saber que el Kyudo practicado en este Centro ha estado totalmente arraigado en la tradición y la práctica del Zen. Durante todos estos años, una caligrafía del maestro Kamijo Shinran (1) ha presidido el dojo de meditación, dice :” Shodo y Zen son una misma cosa” . Esta frase, por extensión, se puede trasladar a cualquier otra situación: Kyudo y zen son lo mismo, vivir y zen son lo mismo.
(1)
Por estas razones, es evidente que nuestra práctica de Kyudo debía estar al amparo de una escuela que tuviera como principal objetivo la búsqueda del tiro interior, la vía del corazón. Que permitiera una formación correcta en el plano técnico pero no descuidara la transformación, el crecimiento interior. La ocasión se presentó de la mano de la maestra de Chado (ceremonia del Té) Michiko Nojiri quien nos dijo que se iba a celebrar el I Seminario de la escuela de Kyudo MuyôShinGetsu Ryû que dirigía el maestro Satoshi Sagino Shihan en Madrid entre el 19 y el 24 de Agosto de1986. El mismo año que nació mi hijo Guillermo, su abuelo asistía, junto a unas cuarenta personas más, a otro alumbramiento. Yo tampoco estaba allí. Así empezó, a través de él, la transmisión generosa de lo que había aprendido en ese seminario hacia nosotros.
Satoshi Sagino Shihan en Madrid entre el 19 y el 24 de Agosto de 1986.
Es así, como en el mismo año de 1986, con tal de poder asegurar la práctica se buscó colaborar con la Federación Catalana de Tiro con Arco, se establecen los primeros contactos y se crea el 27 de Agosto de 1989 el RYU KYUDO CLUB, bajo el auspicio de la federación catalana y la Secretaria General de l´ Esport de la Generalitat de Catalunya, quien la autorizó el 18 de Diciembre de 1989.
Los estatutos del Club están firmados por el Presidente: Jesús Martínez Bueno, Vicepresidente: Conrad Jacques Daubanton, Secretaria: María Clarà Puiggermanal, Tesorero: José Julián Morante Precedo y Vocal :Agustín Argelich Twose.
Quiero destacar que la Secretaria era mi madre por la sencilla razón de que no había nadie más a quien poner, porque si bien, ella había participado en algunas actividades del dojo como por ejemplo en 1986, cuando la Asociación Nalanda, organizó en Barcelona la XI Asamblea Internacional de la EBU.(Unión Budista Europea) Abuela magnífica de dos nietos pero no había sostenido, jamás, un arco en sus manos. Durante mucho tiempo su pesado kimono de lana gruesa estuvo colgado en el perchero del Dojo. Era un poco friolera. Nunca la vi hacer zazen, pero sé que tenía la sabiduría de vivir en su corazón y quizá más templanza zen que todos nosotros. Subrayo algunos episodios familiares porque nunca estuvo separado el dojo, y por lo tanto el Kyudo, de los avatares domésticos o familiares. Se llevaba como una practica religiosa más de la familia. No era raro que al subir o bajar por la escalera de la casa del ensanche en la Pza. del Dr. Letamendi se escucharan cantos, sutras y golpes de gong a diferentes horas del día, mientras mi madre a otras horas recibía a las amigas para jugar a la “canasta”.
Estos primeros pasos de formación en el Kyudo se llevaban a cabo con mucha dificultad, dado que no existía material adecuado para la práctica. Algo que hoy en día nos parece fácil, en ese momento, era una aventura, tal como atestiguan algunas cartas dirigidas a proveedores españoles como deportes Cerra, una tienda muy conocida de la ciudad de Oviedo, a través de ella se estableció un primer contacto con Hideharu Onuma de Asahi Archery, de quien conservo una carta manuscrita en términos muy cordiales, aconsejando a mi padre un poco de paciencia para comprar un arco de bambú. La necesidad de material era de tal calibre que motivado por la escasez, un osado practicante se atrevió a fabricar un arco tirando de su destreza manual, el resultado no fue el esperado, resultando un arco de madera de una dureza tal que solo podía ser propio de titanes u otras fuerzas sobrehumanas, lo conservo como buen ejemplo de voluntad empecinada para salir adelante. También los primeros catálogos solo escritos en japonés en los que yo quedaba maravillado por el preciosismo de los materiales: arcos de bambú de precio inasequible, yazutsus lacados, flechas de bambú con plumas de aves de colores espectaculares, ahora imposibles de encontrar, telas con estampados sobrios y tradicionales, girikoire de cuerno natural, nada de plásticos, tsurumakis de ratan etc..etc.. una calidad que va desapareciendo en aras de la uniformidad, el precio y lo que es peor …..la eficacia.
Había mucha curiosidad y poca información. Lo demuestra que no había más que algunas referencias sueltas, algunos artículos de la época, o en revistas de arte marciales como por ejemplo, la revista Budoka que aún se edita. Esta revista publicó un artículo en dos partes : “Kyudo: el camino del arco.Un arte poco conocido “escrito por Conrad Daubanton uno de los pioneros y vicepresidente del Ryu Kyudo Club en 1989.
La primera parte publicada en Octubre de 1987 y la otra en Noviembre de 1987.
En esos artículos se explicaba el origen y trayectoria del Kyudo en Europa y se entrevistaba a Mike Cundy 5º Dan y Presidente de la Asociación Británica para el Tiro con arco japonés, ( Dai Ei Kyudo Renmei).
Mike Cundy, a la pregunta de ¿cómo definirías el Kyudo? Contesta: Podría decir que es el arte o via del tiro con arco japonés, pero prefiero esta definición: Kyudo es Zen de pie”.
Esta respuesta es similar a la que se encuentra en el Manual Principes of Shooting (Shaho) Vol I de la All Nippon Kyudo Federation (ANKF), pag 21.
Dice: Sha Soku Jinsei Lanzar una flecha es vida,/ Sha soku seikatsu Lanzar una flecha es vivir, /Sha a Ritsu-Zen lanzar una flecha es permanecer zen.
Otro artículo del orientalista Michel Random “ La diana es mi corazón”, escrito en francés con sendas fotografías , entre ellas las de una de mis referencias preferidas en el Kyudo, me refiero al monje Soto Zen Suhara Koun Osho, Monje Principal del templo de Engakuji-ha en Kamakura y de Yoshio Kitajima 8º Dan , discípulo del maestro Anzawa.
También hay un reportaje en la revista “Muy Interesante” hablando de Kyu Jutsu que pone más énfasis en el aspecto marcial del tiro con arco.
Los libros eran aún más escasos. Como singularidad diré que quizá el primer libro en español que se publicó sobre Kyudo fue una versión en Cómic de J. Santos Nalda que a modo de divertimento riguroso explicaba muy bien las características principales del Kyudo. Fue publicado por la editorial Alas en Mayo de 1988. La figura de este hombre esta aun por reivindicar, pues su papel como difusor de las artes marciales ha sido importantísimo, siempre desde la discreción y la humildad. Todo apuntaba hacia Aragón como cuna del Kyudo en España. Tuvimos que esperar hasta el año 2013 para disponer de otro libro en español sobre Kyudo, “La Esencia del Kyudo” de Belén Pérez publicado por la editorial Satori. Otra aragonesa protagonista de esta breve crónica y a la que me referiré a continuación. Para mi el libro revelador fue el de Michel Martín “Kyudo” Un tir, une vie” , editorial Amphora, 1990 lo leía del derecho y del revés no entendía la mayor parte de las cosas que decía. Este es un auténtico pionero del Kyudo en Francia unos de los países con más practicantes y amigo del orientalista Michel Random. Información de primera mano de Japón casi desaparecido. Luego vivieron muchos más libros.
Primeros encuentros de Kyudo
Como la formación guiada por la escuela principal Muyoshingetsu Ryu era tan difícil debido a la distancia y las escasas visitas del maestro a Europa, el pequeño grupo que se había formado en el dojo, empezó a buscar otras alternativas de formación en Kyudo. Sería fácil encontrarl una escuela similar porque salvo alguna pequeña variante, la practica de Muyoshingetsu era casi idéntica a la que se practicaba de manera oficial en Japón a través de la All Nippon Kyudo Federation(ANKF) , no había grandes diferencias con la vía del Kyudo oficial en Europa. Se optó por contactar con alguien que conociera el Kyudo oficial.
En una lista colgada en el dojo se apuntaron algunos interesados como: Ricard Cels, Joan Navarro, Ventura Becana, Begoña Alcazar, y F. Schulz….creo que Ventura Becana dirige actualmente un centro de meditación zen en Foix, Francia.
Así, estos miembros del grupo inicial, entre los cuales estaba Conrad Daubanton que posteriormente fue un miembro honorífico en la AEK (Asociación Española de Kyudo) , Ventura Becana, Jordi Rodrigo, y mi padre establecieron contactos con Santos Nalda en Zaragoza, con Sep Overlaet y su mujer Geert de Ceuster en 1989 que hicieron muchos seminarios de iniciación, ambos maestros eran de origen Belga y fueron unos de los principales impulsores del Kyudo oficial en España a través de los numerosos encuentros de Kyudo que organizaban en España como por ejemplo el III encuentro de Kyudo en el Monasterio de Veruela en Zaragoza de 1989 y el IV Encuentro en Diciembre del mismo año en Fumanya, cerca de Barcelona , también se contactó con el dojo de Montpellier uno de los pioneros en Francia, con la asociación de Kyudo de Taillé en las que se practicaba también otras artes japonesas con clara influencia del Zen,
Sep Overlaet y su mujer Geert de Ceuster, realizaron varios encuentros más aparte de los que ya he reseñado, el V en Alfajarin en 28 y 29 Julio de1990, también el 15º Encuentro en 5 y 6 de Agosto de 1995 en Alfajarin , Zaragoza.
Sep Overlaet y su mujer Geert de Ceuster en la primera fila. Sep O. en el centro con barba y su mujer al lado.Jesús Tenko Senho Martínez Bueno segundo en segunda fila por la derecha, junto a Akira Mizota
Belén Pérez la primera de la segunda fila.
Segundo contacto con la escuela Muyoshingetsu Ryu
En 1990, mi padre vuelve a participar en un seminario del maestro Satoshi Sagino Shihan, esta vez es en Roma, donde se encuentra el Dojo Europa de esta escuela, es un grupo de Kyudo muy activo. Se celebró entre los días 30 de Junio y 7 de julio de 1990. Habían pasado cuatro años desde el anterior encuentro con el maestro. Ese mismo mes de Junio acababa de nacer mi hijo Nicolás, el tercero, apenas cumplía una semana de su nacimiento cuando empezaba el seminario, tampoco pude ir en esta ocasión.
De este momento conservo abundantes fotografías y algún video. Mi padre tenía 68 años y yo 38. Su energía era bien conocida y podía hacer grandes proezas, treinta años de diferencia entre nosotros. Yo seguía siempre a su sombra, asomando la cabeza.
Satoshi Sagino Shihan Roma 1990
Hay un fragmento que he conocido años después a través de un documento en la red en el que Sagino Shihan habla de tirar muchas o pocas flechas cada día. Dice que hay que ponerlo todo lo que tenemos o somos en un solo tiro. "Dispara todos los días", dice, "dispara una flecha y mete todo tu ser en esa flecha ... date por completo". Continuo diciendo que un practicante desde que escucho esto, ahora, se toma 3 horas para disparar esa flecha todos los días. Limpiando y preparando su espacio en el patio trasero ... limpiando y preparando su equipo y su ropa ... meditación ... y hassetsu para liberar esa flecha ... doblar su kimono y hakama cuidadosamente ... guardar todo…. ya sabes ... cuando solo disparas una flecha ... y tomas 3 horas de tu día ... nunca desperdicias esa flecha”.
Una idea que no he dejado de aplicar a todo. Ese es el camino espiritual de la práctica de la escuela MuyoShinGetsu.
En 1991 se empezó a practicar en un local preparado para danza y otras actividades en el que había un espacio amplio con un espejo que servía para corregir posturas en el Carrer Vigatans cercano al dojo de la calle Montcada. La colaboración de Akira Mizota, representante del Reiyukai en España era una presencia importante en ese momento. Se disponían de varios arcos, incluso, uno de bambú y guantes y flechas que eran suficientes como material básico.
Mientras, Zaragoza se convertía en un centro de atracción para el Kyudo incipiente y de hecho dos personas , junto a Santos Nalda fueron decisivas para la creación de la AEK, la Asociación Española de Kyudo en 1992 me refiero a Belén Pérez que junto a la colaboración de José Mª Riaza dieron el impulso definitivo a la Asociación Española de Kyudo.
A pesar de esos encuentros formativos se seguía manteniendo la práctica con el mismo espíritu de la escuela MuyoShinGetsuRyu. Si bien es cierto que estábamos en un territorio bastante desprotegido de maestros que fueran haciendo progresar nuestro aprendizaje en los principios de esa escuela.
En 1991- 1992 se producía una gran escisión en el Dojo Zen con el grupo principal y mayoritario que solo practicaba zazen, debido a diversas razones de orden interno que hay que explicar en otro contexto, y marchando estos, no muy lejos a la Plaza de San Agustín, mi padre se quedó en el mismo sitio y decidió instalar la práctica de Kyudo en el dojo, ya con el conocido nombre de Dojo Zen Nalanda.
Por razones obvias se practicaba tan solo tiro a Makiwara, unas balas de paja, que se cubrían durante las ceremonias o la meditación zazen y sustituían a la Makiwara japonesa que entró de mi mano en el dojo bastantes años más tarde, en 2009. Visto desde el rigor oficialista había muchas cosas que mejorar pero el espíritu de la práctica era impecable. En Junio de 1992 se hicieron algunos intentos de tirar a Mato a distancia de 28 metros en el foso de tiro con arco de Montjuich, confirmando la buena predisposición de la Federación Catalana pero no fructificó.
Desde 1992 el Dojo, a diferencia de los más tradicionales, se convirtió en un lugar polivalente en el que debido a la gran iniciativa de Tenko Senho, mi padre, se hacia todo tipo de actividades. En ese año, el dojo estaba muy despejado y en él se podía ver el altar y la makiwara de paja y los arcos fue un buen momento de armonía entre Kyudo y Zen. Pero, poco a poco, fue cobijando diversos útiles para la práctica de otras disciplinas y el espacio, ya lo sabemos es limitado.
No obstante, la actividad principal seguía siendo la meditación sentada “zazen” tal como la había enseñado el maestro Taisen Deshimaru, iba creando su propia sangha y siendo muy apreciado por ella. Mientras se distanciaba de la sede principal de la Asociación Zen Internacional en La Gendronnière, se fortalecía el vínculo con la Unión Budista de Europa de la que fue nombrado patrón.
Caligrafía de Taisen Deshimaru Kyudo.
En el 22 de Mayo de 1997, festividad del Wesak Budista, tomé “refugio” y decidí ponerme a disposición de mi padre. Durante todos estos años mi inmadurez y obligación de hijo era estar sin parecer que estaba. Discutiendo los domingos en su casa ante una suculenta paella, preparada por mi madre, si el Koan era necesario o no. Y otras cuestiones de la práctica. Nos tomaba mucho rato y pugna dialéctica si la Makiwara debía de ser una bala de paja envuelta en plástico para que no desprendiera briznas por el suelo, lo que él llamaba una paca, y que el maestro Sagino disparaba siempre sobre ellas o si era mejor y más suave, como yo sostenía, tirar a una makiwara japonesa auténtica. Así pasábamos la tarde con un oporto para hacer bajar la paella.
Sabía de las dificultades que se me avecinaban dado el fuerte carácter del monje Tenko Senho, tal como podrían atestiguar los que han pasado por la experiencia y han salido “bendecidos” escaleras abajo de la calle Montcada. Es en ese año que me decido a practicar Kyudo bajo su maestrazgo, a la vez que empiezo mis clases de Shodo con el maestro Abiko Keizo Sensei al que mi padre había invitado a hacer unos seminarios. El maestro Abiko Keizo era a su vez discípulo del gran renovador del jardín zen japonés Sigemori Mirei de quien tengo dos esplendidas caligrafías. Puedo decir que es desde entonces que oriento de una manera continuada mi práctica en estas dos disciplinas.
En Kyudo, tuve el honor de que mi padre Tenko Senho, hiciera el 22 de Agosto de 2002 el tiro simbólico que ratificaba mi aprendizaje durante esos cinco años desde que había empezado a tirar en el dojo-pajar que tenía en mi casa “El tres Puigs” a las afueras de Rabós d´ Empordá. Un lugar que guardo profundamente en mi memoria porque fue fundamental para mí desarrollo del tiro interior.Allí también, encerrado durante diez días hice una copia caligráfica completa del libro del Tao. Más de siete metros de trabajo minucioso.
Tercer contacto con la Escuela Muyoshingetsu Ryu
Continué mi práctica y el mes Octubre de 2007 viajé a Roma, por iniciativa propia, al Seminario Europa Dojo en el monasterio de San Vincenzo en Bassano Romano sede del grupo de Roma con la finalidad de ponernos nuevamente en contacto con la escuela Muyoshingetsu Ryu, y conocer al sucesor del maestro Satoshi Sagino Shihan fallecido en 2005, me acompañaba como traductora mi amiga Yayoi Doho y pude conocer a Michiya Sagino Shihan su sucesor que en 2006 construyó un nuevo dojo en Himeji en la Prefectura de Hyōgo, cerca de Osaka. Habían pasado diecisiete años desde la visita de mi padre a Roma y algunos del grupo aun lo recordaban.
De ese encuentro saqué muchas conclusiones valiosas sobre el Kyudo de esta escuela. Por ejemplo, en el aprendizaje o incluso en una fase formada, mi padre nos hacía practicar con una gomita elástica de mercería que cada uno de nosotros guardaba en su cajita preferida. Extendida tenía la longitud de apertura en “kai” y luego se soltaba produciendo un ligero chasquido. Siempre pensé que era una aportación personal de las que solía hacer mi padre, me parecía muy útil, la utilizaba frecuentemente y aun lo hago, pero pensaba que probablemente era una invención. Pues, bien, cuando llegué al kyudojo de Roma me encontré a todos los participantes en el seminario internacional expectantes más de cuarenta personas de todo el mundo , y con el maestro Michiya Sagino Shihan al frente que me pidieron si podía utilizar la gomita delante de ellos. La saqué de mi cajita e hice lo pertinente lo mejor que pude. Parece que les convencí. Pero yo no salía de mi asombro.
Sobre todo, descubrí que esta escuela Muyoshingetsu tiene su origen más reciente en el maestro Umeji Kenran Roshi, monje zen contemporáneo del maestro Awa Kenzo. También que Umeji y el maestro Sagino fueron los maestros de Kyudo del gran filósofo y terapeuta K. Durckheim. Maestro Sagino fue el sucesor de Umeji Roshi. Y que Durckheim y el maestro Sagino se reencontraron en julio de 1981 con motivo de la inauguración del Centro Durckheim de estudios de la energía y el Hara como centro vital del hombre. Ese hallazgo fue revelador y confirmaba mis mejores intuiciones sobre el tiro interior.
Otro aspecto, algo más extraño, es que pude comprobar que su postura de meditación era de cara al centro o en doble fila unos frente a otros. Aunque la postura parecía idéntica a la nuestra, no todo coincidía con la escuela Soto Zen, ni tampoco los sutras que recitaban, si no que era una mezcla de Obaku Zen y algún otro elemento añadido.
Otro momento de privilegio fue cuando, en la madrugada de un frío día de Octubre, hice zazen sentado frente al monje que acompañaba al maestro. Una prueba dura en la que pedí que me aplicaran el kyusako para a ver si con el golpe corregía mi postura, entraba en calor y salía de mi sorpresa. Otra consecuencia fue comprobar las diferencias en el sharei aunque el hassetsu era idéntico. Una característica más es que hacen una reflexión en grupo, tras el tiro, una especie de confesión en voz alta, sobre cada experiencia del lanzamiento. Regresé, confirmando la corrección de la práctica pero muy inquieto por la profundidad de su filosofía en la que se trata de explorar los diez estadios hacia la plena realización basados en la evolución interna de la energía. También, la base de su meditación o los Sutras recitados eran diferentes a los nuestros. Al regresar, estaba algo desconcertado pero nunca llegué a comentárselo a mi padre, pues se había construido su propia fórmula y funcionaba.
La formación continuada era muy difícil en la distancia con Roma y mis intentos para que viniera algún representante al dojo de Barcelona fue infructuoso.
Primer contacto con la AEK
Por este motivo, ya había hecho un tanteo con la AEK en el 2004 de la mano de mi amigo Javier Parrilla miembro del grupo en Barcelona que dirigían Salvatore Gianfreda y Francisca García. Allí conocí a Claudio, a Jordi Rodrigo , a Francisca que llevaban a cabo la práctica en Flor de Maig un pabellón de Cerdanyola, allí también coincidí con los responsables actuales del grupo de Barcelona de la AEK que buscaban información para iniciar su andadura , Montse y Manel. Comprobé que, a pesar de disponer de un espacio más amplio,no podían tirar a 28 metros a Mato. En ese primer encuentro no me decidí dar el paso pero debía buscar una manera para mejorar mi tiro y se inició una operación para poder progresar parecida a la que había tenido que hacer en su día mi padre con Sep Overlaet.
Segundo contacto con la AEK
Tras ese primer encuentro en 2008, finalmente me decidí a inscribirme en los cursos de la AEK que durante estos años la Asociación Española de Kyudo había conseguido normalizar en España y en Barcelona
Cuando los busqué, en esta segunda ocasión ya habían cambiado de sede y estaban en el polideportivo “La mar bella”, donde practicaban Makiwara a menudo y en ocasiones podían alquilar la pista grande para tirar a Mato.
Fue una experiencia algo desconcertante, pues después de tantos años de práctica bajo el auspicio de Muyoshingetsu y las enseñanzas de mi padre y de haber tirado bastante a 28 metros en mi dojo campestre, me quitaron cualquier mérito y me hicieron empezar desde cero y puedo decir que me hicieron sudar el kyudogi, pues no me dejaron tirar hasta pasado un año y seis largos meses. Inicié mi incorporación en abril del 2008 y no tiré la primera flecha a Mato hasta 18 meses más tarde, tiré mi primera flecha a mato a 28 metros me fue razonablemente bien y en un acto de soberbia incomprensible, decidí dejar el grupo y volver a lo mío, era el 21 de Noviembre de 2009. El tiempo me daría la razón de que algo no funcionaba bien. De ahí surgió una amistad continuada con Javier Parrilla que algunos años más tarde fue el dojo-cho del grupo, con Antonio Ruiz de Azúa, con Manel Castelló con quienes hacíamos unas tertulias muy interesantes al terminar la práctica en “Chez Sandra” una tasca de una mujer, creo que era dominicana que nos ofrecía manjares diversos para acompañar nuestras sesudas disquisiciones sobre Kyudo y otras cuestiones cercanas de la vida.
Mi impresión de ese período, es que había mejorado muchos aspectos técnicos, pero, en la práctica encontré un espíritu muy militarizado, autoritario y jerárquico que no tenía nada de suavidad espiritual y mucho con un budo japonés mal entendido. Eso coincidió con una etapa muy convulsa a nivel interno de la AEK, pues la principal impulsora de la asociación Belén Pérez que había hecho un buen trabajo desde Zaragoza, para su sorpresa fue destituida siendo el grado más alto 5º Dan. Incomprensible.
2010 Enero Se constituye el grupo de Barcelona de la AEK como Asociación con el nombre de Asociació Kyudo Barcelona AKBN.
Entre final de 2009 y 2014, una vez dejado el grupo de la AKBN me dediqué a organizar la práctica de Kyudo y Shodo en el Dojo Nalanda. Adquirí nuevos materiales, entre ellos una makiwara japonesa auténtica, con soporte con dos posiciones y así empecé a dar prácticas a un pequeño grupo de alumnos.
También empecé a tomar algunas clases de Shodo (caligrafía) pues quería perfeccionar mi trabajo que iba haciendo desde 1997 con mi maestro Abiko Keizo Sensei por libre. Me presenté a unos cursos de la escuela Nihon Shuji del maestro Kampo Harada a diferencia de lo que me había pasado en Kyudo con la AEK , al ver mi experiencia y nivel me colocaron para examinarme de primer dan, sin pasar por los ocho niveles anteriores y así empecé en 2006 consiguiendo en cinco años el diploma de maestro superior tercer dan o grado de Koto Shihan en 2011 que me permite dar clases a japoneses adultos. Pues llevando una vía de corazón a corazón, sin niveles ni grados como pura meditación caligráfica, mu dan, con mi maestro Abiko Keizo Sensei, me puse en el camino de lo reglado. Para eso solo tengo una respuesta, quería presentarme ante mis alumnos con un título bajo el brazo para ganarme su respeto inicial al no ser nativo. En Kyudo no hace falta.
2011 .En el año 1997 me confeccione el “rakuso”, si bien no fue hasta el 2011, cuatro años antes de morir mi padre, que utilizando las prerrogativas que tenía como monje ordenado por el maestro Taisen Deshimaru, me ordenó monje en una ceremonia muy emotiva con el nombre de Joshu Senho , en 2012 lo hizo con un discípulo preferido J.F.S y con Josep Manuel Sōsen Campillo discípulo que fue ordenado monje en 2014.
Con esta decisión mi padre quería insinuar que me decidiera a tomar el relevo en el dojo Nalanda y así lo hice en Febrero de 2011 haciéndome cargo de todos los gastos y gestión del dojo. Me hacía cargo del Dojo Nalanda, tras treinta años de práctica desde su fundación y veinte de dedicación continuada por parte de mi padre con su propia sangha.
Mientras yo me dedicaba a llevar el dojo, asumir los gastos y conseguir alumnos para las clases de Shodo y Kyudo. En este tiempo cree la escuela Shodokizenryu para atender a mis alumnos haciendo del shodo una exploración de la energía, ki, y una práctica meditativa, zen.
Fundación de un nuevo proyecto. ZEN KYUDO CLUB BARCELONA.
La asociación AEK, gracias a la buena gestión de Antonio Ruiz de Azúa había conseguido un marco ideal para la práctica de Kyudo en el Colegi Major Sant Jordi en Sarria. Allí se iba a celebrar el encuentro general de los practicantes que se hacía cada año en Barcelona En otras ocasiones se había realizado en un polideportivo de la Verneda.
Mi amigo Javier y yo, desde que nos conocimos, teníamos conversaciones semanales sobre Kyudo, llenas de pasión sobre la esencia zen o no del Kyudo, y otras cuestiones relacionadas con Japón. Javier Parrilla se dedicaba con mucha atención y constancia, a su labor de dojo cho del grupo haciendo buenas aportaciones para entender el Kyudo no solo como una manera singular de tirar flechas, si no como una vía espiritual ligada al zen. Publicando un interesante artículo en la revista Budoka, tal como ya había hecho Conrad Daubanton en 1987. El artículo estaba colgado en el tablón de entrada del polideportivo debido a su gran interés.
En Septiembre de 2014 pudimos comprobar la disciplina mal entendida del estilo de la AEK. La junta directiva convocó a una reunión aparte a Javier Parrilla que en ese momento era el dojo cho responsable del grupo.
No quiero explicar las razones, solo a él le corresponde hacerlo, Javier no ha querido hablar de las causas en su libro recientemente publicado “Espiritualidad Zen en el tiro con arco” (Ed.Alas. 2018) pero lo que sabemos es que se vio abocado a un cese voluntario abandonando el encuentro ese mismo día.
Ese fin de semana acababa con once años de práctica continuada y de ascensos, grado a grado, viaje a viaje, hasta llegar al cuarto Dan, se le dejaba al aire, como una flecha lanzada al vacío, sin diana ni recompensa, por la arbitrariedad de alguien, tal como, ya antes, se había hecho con otros, con él marcharon Eric Wuersten, Josep Fourcade, Manel Castelló y Antonio Ruiz. Fue entonces cuando verifiqué que la técnica sin espíritu no vale nada, pero que al revés si se puede ir avanzando.
Los acontecimientos se precipitaban. Por un lado, yo me veía en la necesidad de tirar hacia adelante la escuela MuyoshingetsuRyu sin ningún soporte técnico para la progresión, sin maestros y por otro ya había dejado la AEK.
Como si fuera una alerta premonitoria de cambio de dirección, en una de las prácticas de tiro a Makiwara, a una practicante se le escapó la flecha, rebotó en la pared y se dirigió en dirección contraria hacia donde yo estaba observando, me pasó cerca del cuello e impacto en el cristal que protegía una valiosa caligrafía que presidía el dojo rompiéndose en añicos. Nunca había pasado nada en todos estos años, pero al elevar la exigencia técnica los peligros se aumentaban exponencialmente, más fuerza, más tensión, menos control….y cualquier incidente está al acecho.
Coincidiendo en esas fechas, Septiembre de 2014 con la traumática ruptura de mis compañeros de la AEK que se habían quedado sin poder practicar, les comenté la posibilidad de que pudieran hacerlo en la makiwara del dojo Nalanda de la calle Montcada 31-33, ellos tenían más práctica y los peligros se hacían menores.
Fue así, e iniciamos nuestra práctica de Kyudo en el Dojo Nalanda los domingos por la mañana. Poco a poco, me surgió la idea de resucitar los viejos estatutos que en su día habíamos hecho con el Ryu Kyudo Club y constituirnos como grupo bajo su amparo, pero al consultar vimos que estaban todos los papeles caducados, que las asociaciones habían cambiado mucho y que era mejor constituir un nuevo club y así lo hicimos El 7de Diciembre de 2014, apenas tres meses después de la debacle ,constituimos el Zen Kyudo Club Barcelona en el dojo Nalanda con tres miembros fundadores: Antonio Ruiz de Azúa como Secretario, Josep Fourcade como Tesorero y yo como Presidente.
Al grupo se sumaban los que habían marchado con Javier, Manel Castelló y Eric Wuersten. La ceremonia fue entrañable, pues en el mismo lugar donde había empezado gran parte de la historia del Kyudo zen en Barcelona ahora tantos años más tarde y con mi padre aun en vida se constituía un nuevo proyecto. Escogimos como “mon” (emblema) del grupo uno que estaba en mi vieja funda de arco, un “mon” clásico, respetuoso con la tradición. Al acabar, Eric tocó su shakuhachi de bambú y yo improvisé una caligrafía impulsado por los sonidos del vacío.
Después de una etapa de desconcierto, Javier Parrilla decidió seguir su camino oficial con la ANKF y se adscribió al dojo de Kyudo de Bruselas a la Zen Belgium Kyudo Renmei con Jean Pierre Vlasselaer Sensei Renshi 6th dan en quien ha encontrado un buen maestro.
Tras arduas gestiones en el Consell Catalá d´ Esports el 15 de Marzo de 2015. Inscrita con el nº 17.198 en el Registre d´Entitats Esportives del consell Català de l´Esport. Luego nos hicimos miembros de la Federaciò Catalana de Tir amb Arc y a propuesta del Zen Kyudo Club Barcelona, el día 1 de marzo de 2015 el Comité Executiu del Consell Català de l´Esport acordó informar favorablemente sobre la admisión del kyudo como nueva actividad física deportiva.
Parece ser que las consecuencias de este hecho son importantísimas para el futuro legal del Kyudo en España pero ese punto es tan complejo que solo lo puede responder nuestro secretario Antonio.
En 2015 y para orientar mejor nuestra práctica de tiro en Dojo Zen Nalanda, elaboré un libro blanco del ZKCB en el que sin valoraciones personales, se recogían los textos de la tradición de los maestros del kyudo y las reflexiones de la ANKF (kyudo oficial) y nas bases del zen para no desviarnos de la corrección de la práctica en el aspecto filosófico.
Todo fue muy rápido y eficaz. Teníamos cobertura legal y deportiva para seguir practicando, pero no teníamos un responsable sensei de nuestra práctica. Fue así, que como Presidente sugerí la necesidad de hacer un viaje rápido a Zaragoza para contactar con Belén Pèrez y así se hizo el 28 de Mayo de 2016, Fue la Junta directiva y además Manel Castelló y Eric Wuersten y su mujer Amalia , pasamos el día con ella y acogió nuestra propuesta con mucha ilusión. Belén Pérez era en ese momento 6º Dan Superior Nihon Kyudo Fuku-Shidoin del Nippon Seibukan Dojo de Kioto Zen Nihon Sogo Budo Renmei.
Su trayectoria es la mejor que se puede encontrar en España, pues desde su juventud, nacida en 1967, Belén Pérez, había iniciado su práctica en 1988 y se ha destacado como una gran divulgadora del Kyudo. En 1994 obtiene su primer dan por la ANKF y en el 2002 obtiene el 5º Dan en Bruselas y se convierte en el grado más alto en España. Es miembro fundador de la AEK(1992) reconocida por la Federación Europea de Kyudo y participó activamente en su dirección hasta el año 2008.Siendo Presidenta de la AEK participó en la formación de la IKYF en Tokio. Ha sido una gran promotora del Kyudo en España impulsando y participando en los I,II, y III Taikai Nacionales de la AEK celebrados en Zaragoza los años 2006, 2007, 2008. En ese año de 2008 dejo de pertenecer a la AEK.
En el año 2013 publicó el primer y único libro en español sobre Kyudo. “La esencia del Kyudo” Ed. Satori que se ha convertido en un libro que guía nuestra práctica cuando ella no está en Barcelona.
Mientras se establecían convenios a través de la Federación Catalana de tiro con arco con Club de Tir Arc Despí para poder tirar a 28 metros al aire libre y también con el Club de Tir am Arc de Rubí para tiro a makiwara en lugar cubierto.
Hemos tenido la gran suerte de sintonizar con nuestra Sensei Belén Pérez y que viera bien nuestra propuesta. Gracias a la diligencia de Antonio R de A , el secretario del club , en este brevísimo periodo de tiempo se han organizado tres cursos de iniciación, el primero en el Magatzem de les Arts los días 21, 22 y 23 de Noviembre de 2016, donde estábamos practicando, el segundo 24, 25, 26 de Mayo de 2017 en el mismo lugar . En ambas ocasiones se otorgó una caligrafía hecha por mí y firmada por la Sensei Belén Pérez que sirvió a modo de certificado de asistencia al seminario.
Magatzem de les Arts los días 21, 22 y 23 de Noviembre de 2016
Caligrafia Joshu Martínez Clarà firmada como certificado de asistencia
por Belén Pérez Sensei del ZKCB
Firma de los certificados de asistencia por parte de la Sensei Belén Pérez.ICHI GO ICHI E. Caligrafía de joshu M.C. Un lugar, un espacio y un momento, un instante. Frase de la tradición filosófica japonesa que indica la importancia del aquí y ahora. Los dos principios fundamentales de la atención plena.
CURSO BELÉN PÉREZ SENSEI 24, 25, 26 de Mayo de 2017 en Magatzem de les Arts
Próximamente se celebrará el tercer seminario coincidiendo con la celebración de Evento reconocido por el Comité Organizador del 150 Aniversario del Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre Japón y España (Embajada de Japón en España) en el club de tiro con arco de Rubí.
Final.
Mi padre moría el 21 de Octubre de 2015 a la edad de 93 años y Josep Manuel Sōsen Campillo, uno de sus discípulos, oficio un funeral budista en Sancho de Ávila con la asistencia de la familia, de algunos miembros de la sangha del Dojo Zen Nalanda y dos monjes tibetanos. Thubten Wangchen, director de la Casa del Tibet de Barcelona a quien le unía una fraternal amistad y Lopön Pepe Aponte director del Centro Tibetano Nyingma Tersar Dudjom Tersar de Barcelona.
Su muerte significó un punto y aparte en la vida de Nalanda. El viejo maestro murió, pero, como él mismo dijo, delante de un árbol que se estaba secando junto a mi dojo- pajar del Tres Puigs en Rábós d ´Empordá “ el árbol muerto sigue indicando el camino”.
Después de tantos esfuerzos por aprender y aprender y enseñar y enseñar ¿Cuándo practicamos? Me he retirado de mi trabajo profesional para eso, para practicar como "mu dan", como aprendiz de las artes del Zazen, Shodo, Kyudo y Taichi en Can Mu, una casa en un pueblo de la costa Empordanesa por donde entra la tramontana. Los olivos, de un pequeño terreno cercano, me permite practicar Kyudo ZEN y profundizar en el tao de la energía primordial, es decir comer, dormir y beber con los amigos.
Jesús Joshu Senho Martínez Clarà.
MIS MAESTROS DE KYUDO ZEN
ANZAWA HEIJIRO SENSEI
ANZAWA HEIJIRO CON MICHEL MARTIN
SUHARA KUON MONJE SOTO ZEN DOJO DE SUHARA KUON MONJE SOTO ZEN
EUGENE HERRIGEL
KENRAN UMEJI SENSEI MAESTRO DE K. DÜRCKHEIM Y FUNDADOR DE LA ESCUELA MUYOSHINGETSURYU
SATOSHI SAGINO SENSEI DISCÍPULO DE KENRAN UMEJI Y MAESTRO DE K. DÜRCKHEIM
KYUDO DE
PRINCIPIANTE.
Con la necesidad de mantener viva la llama de mis otras actividades dentro de lo que llamo LA ESFERA VIRTUOSA y al no poder dedicar tanto tiempo al kyudo decidí, cesar como Presidente y fundador del ZEN KYUDO C.B. y el día 20 de marzo de 2018 se constituyo la nueva junta, siendo escogidos Nestor Pellicer Casals (presidente) Antonio Ruiz de Azúa Mercadal (secretario) Toni Martín Moreno (tesorero). Una nueva etapa con nuevas ilusiones mientras la presencia del KYUDO ZEN sigue firme en mi interior.
Ayer en el
seminario que Sensei Belén Pérez daba en mi querido Zen Kyudo C.B. vi una chica
joven que estaba enfundando el Yumi (arco) era el mismo con el que hacía 25
años empecé mi practica y que actualmente está entre el material del grupo para
uso de los principiantes. En la funda se encuentra el “mon” o sello distintivo
del ZKCB. Por un lado, vi el 6º grado de nuestra sensei, el más alto en España
y por otro los primeros lanzamientos de una novata. Entonces, recordé las
sensaciones que tuve en mis inicios y que nunca más he vuelto a tener. La
sensación de plenitud en mis primeros tiros, entre la ilusión y la torpeza, con
el temor y la voluntad de hacerlo bien me indicaban que estaba iniciando un
camino de conocimiento nuevo para mí. Esta chica practicaba con concentración,
actitud y maneras muy correctas a pesar de su juventud y del poco tiempo que
llevaba en el Kyudo.
A raíz de esta observación
pensé en lo importante que es mantener el espíritu del principiante y que así
había sucedido con el Shodo, el Zazen y más recientemente con el Taichi. Cuando
llega alguien nuevo nos ponemos en el punto cero del inicio y eso es
extraordinario.
Transcribo una
cita mencionada por Jose Carles Mokushin Valdés en su texto publicado en los Diálogos
de la Sangha por el Centro Zen de Barcelona: ¿qué es ser budista y practicante
del zen?: el maestro Shohaku Okumura nos responde diciendo:” el zen del
principiante y el del practicante antiguo e incluso el del mismo Buda Shakyamuni
son todos el mismo zen”.
No hay que
olvidar esto para entender que en el caso del Kyudo o cualquiera de las artes
interiores que practico no es tan importante el grado adquirido sino aquello
que nos iguala. Ese es el sentido, cito nuevamente a Mokushin, “del poema que el maestro Keizan dedica al
maestro Sejgen en el “Denkoroku”, dice: “El vuelo del pájaro no deja trazas, no
hay niveles en el camino”. ¿No perder el espíritu del principiante no es
aquello que hay de más precioso y difícil del verdadero dharma transmitido?
En otras artes
del Ki como el aikido se dicen cosas semejantes y que podemos asumir como
propias. Recojo estas reflexiones de los comentarios que Salvador Chaves hace a
unas ideas del maestro Yamaguchi Sensei, dice: “Realmente es necesario siempre
mantener una mente de principiante. Simplemente repitiendo de forma entusiasta
aquellas cosas que has aprendido, no se puede esperar obtener un progreso
verdadero.”.
“Es cierto que
antiguos maestros fueron citados diciendo que uno debe entrenar a través de la
práctica constante. Sin embargo, esto no se refiere a una repetición mecánica.”
“Los antiguos
maestros sostuvieron que no debemos contentarnos con erradicar solo nuestros
malos hábitos. También nuestros buenos hábitos deben ser eliminados. “
“Nuestros malos
hábitos, tanto en nuestra técnica como en la vida cotidiana y actitudes, son
fácilmente reconocibles por todos.”
“En comparación
con lo anterior, nuestros buenos hábitos son asumidos firmemente como
cualidades definitivas y verdaderas virtudes, sus efectos dañinos raramente se
observan. No importa cuán buenos creamos ser, acordémonos que todavía somos
inmaduros e imperfectos. Deberíamos recibir toda crítica con un sentimiento de
sencillez y modestia.”
“Concentrarse en
llegar a ser poderoso y en mantener una mente de principiante, no es una cosa
fácil.”
“Pararse
firmemente sin ninguna inflexibilidad o dureza es el estado del espíritu
realmente positivo. Esta siempre aceptando y, sin embargo, nunca pierde la
conciencia de su propia existencia.”
Los comentarios a
estas frses de Salvador Chaves tiene mucho interés dado su 7º grado en aikido,
por eso la suscribo sin enmendar nada:
“Yamaguchi hace una
reflexión profunda sobre esto y no solo del aikido sino de la vida. El camino
para él es intemporal, tanto en el desarrollo marcial como personal.
Es aquí donde el
giro de este gran maestro nos lleva a una nueva dimensión del camino del DO. En
vez de ocuparnos de lo que sabemos, creemos o percibimos que está mal, lo
fácil, nos invita, propone y recomienda que revisemos lo que creemos que está
bien.
Queremos
resultados y necesitamos repetir y repetir sin descanso, pero también es cierto
que debemos SER conscientes de cada movimiento, cada objetivo, cada gesto y vivirlo,
comprenderlo, y entenderlo con todo nuestro ser mientras mantenemos activa la
parte interna de nuestra práctica de forma honesta y constante.
Una vez que
creemos que nuestros movimientos, habilidades, conceptos, y principios son
correctos abandonamos toda reflexión y descuidamos toda revisión de ellos. Es
este abandono lo que resulta peligroso puesto que sin esa reflexión las
posibilidades de pervertirlos y retorcerlos aparecen como una posibilidad real.
Poder superar la
tentación de sentirse poderoso, diferente, iluminado y superior cuando uno
adquiere cierta experiencia en el aikido no es nada fácil. Tenemos aquí otro
obstáculo en nuestro camino. Conseguir tener esa sensación y al mismo tiempo la
idea y el propósito de mantener la mente de principiante a lo largo de los años
resulta un ejercicio de equilibrio interior muy intenso. Preguntarnos
continuamente dónde estamos y hacia dónde vamos realmente es un ejercicio de
introspección digno de los mejores sistemas de auto conocimiento y meditación.
Entiendo que
cuando dice el maestro Yamaguchi pararse se refiere a detenerse tanto por
dentro como por fuera para crear ese espacio cercano a la no mente en el que
todo fluye sin resistencia ni bloqueo, fluyendo como el agua sin forzar nada.
Presente sin esfuerzo, disponible sin premura, flexible sin forzarlo, sensible
percibiendo TODO, aunque ausente, sereno de una forma inmutable”.
CURSO FORMATIVO DE KYUDO UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
26 FEBRERO 2022 ,CON BELÉN PÉREZ SENSEI
ZEN KYUDO C.B. CURSO DE FORMACIÓN DE KYUDO. POR BELÉN PÉREZ SENSEI. 30 ABRIL.1 DE MAYO 2022
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